Los equipos de profesionales trabajando en un proyecto son como los equipos deportivos: se forman, expanden su productividad, se estabilizan y luego logran un funcionamiento de máximo rendimiento. Todo esto sucede si las cosas salen bien desde el punto de vista de comunicación, interrelaciones y liderazgo.
Existen cuatro etapas de maduración de un equipo, que se dan siempre en todos los proyectos. Lo que cambia es la duración de cada una: en algunos proyectos una etapa puede durar unas horas y en otros proyectos la misma etapa puede durar varios días o incluso semanas. La primera se da cuando el equipo está en formación («Forming»), luego cuando el equipo está en expansión o en caos creativo («Storming»), luego en estabilización o buscando normas («Norming») y finalmente cuando el equipo encuentra su máximo desempeño («Performing»).
Veamos con detalle cada una de las cuatro etapas:
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